POSICIONAMIENTO DEL DERMÓGRAFO. PARTE 1

La micropigmentación, es un trabajo estéticamente bonito, pero para ello es necesario realizar un trabajo pulcro.

Y una buena forma de conseguir un trabajo bien hecho, es un buen posicionamiento del dermógrafo.

Ya que, un mal posicionamiento también implica tardar más tiempo, haciendo que la clienta sufra más y que el pigmento no se implante o no lo haga de manera uniforme.

Para ello se aconseja conocer la variedad de técnicas que podemos utilizar, cuando debemos utilizarla y, especialmente, cómo realizarla.

Tenemos, por un lado, la técnica de puntos o puntillismo, se realiza esta maniobra principalmente cuando pretendemos dar sensación de espesor.

Por ejemplo, en las pestañas, donde posicionaremos el dermógrafo en posición vertical y en ángulo de 90º.

La profundidad dependerá de si queremos conseguir un resultado muy marcado o uno sutil. Así como, la velocidad será entre media y media-rápida.

Por otro lado, encontramos la técnica de línea recta y fina. La cual suele utilizarse para el contorno de labios y eyeliners, ambos muy definidos.

Se trata de una maniobra fina y uniforme, por ello, el dermógrafo debe posicionarse en ángulo de 60º, a una velocidad lenta. Se recomiendan agujas de 3 o 5 puntas.

Además, la técnica de línea curva, se realizan cejas pelo a pelo, con una sensación hiperrealista.

La velocidad debe ser lenta y profunda al inicio del trazo y superficial al final. Así dará mayor sensación de grosor al pelo.

El ángulo recomendado es de 60º y la aguja aconsejada de 1 punta.

También tenemos la técnica de líneas entrecruzadas o en red, es decir, para realizar sombreados, líneas paralelas y entrecruzadas.

La velocidad debe ser media, para tonos marcados de color, y rápida para toques discretos de color.

Por ello, el ángulo debe ser de 60º, siendo la profundidad mayor al inicio del trazo y superficial al acabar, así se conseguirá un final difuminado.