¿MICROPIGMENTACIÓN Y MICROBLADING SON LO MISMO?

En la actualidad, vivimos en una sociedad donde la apariencia física es muy importante, ya que es el reflejo de nuestra persona.

Algunos poseen una genética más favorecedora respecto a los cánones de belleza aceptados socialmente.

Sin embargo, aquellos que no están tan favorecidos por la genética poseen multitud de tratamientos y opciones para corregir sus defectos, o para embellecer sus virtudes.

Es cierto además que, cuando nos planteamos someternos a un tratamiento estético queremos conocer todas las posibilidades, así como lo cada una implica.

Existen dos técnicas en concreto que, en los últimos días, han tenido mucho auge y demanda, son la micropigmentación y el microblading.

Ambas suelen ser confundidas por la similitud entre ellas, pero es cierto que sus diferencias son de vital importancia.

Por un lado, la micropigmentación, implanta pigmentos a nivel epidérmico superficial para dar color y forma a las distintas partes del cuerpo.

Cada vez es más habitual recurrir a esta técnica para camuflar imperfecciones como cicatrices.

Así como para disminuir o mejorar enfermedades que generan la pérdida de pigmentación, tales como el vitíligo o la despigmentación de la piel.

Del mismo modo, la micropigmentación suele confundirse con un tatuaje, pero no es igual, ya que la primera sigue un proceso muy distinto.

Primero, se hace una prueba de alergia comprobando que el cliente es apto para el tratamiento. Luego, se hace una prueba de visagismo o diseño del rostro, lo que permite sacar el máximo partido a las características físicas del cliente.

Tras acordar el diseño, se realiza el tratamiento con una máquina eléctrica.

Este último paso marca la diferencia respecto al microblading. Ya que, aunque el microblading sigue el mismo proceso, el proceso se realiza manualmente, sin utilizar una máquina eléctrica.

Otro aspecto que los diferencia es la duración, ya que, aunque la duración del proceso depende del tipo de piel, los cuidados de la misma, la edad, etc.

La micropigmentación tiene una duración media de 2 a 3 años, mientras que el microblading dura aproximadamente 1 año o 1 año y medio.

Cabe decir que, a pesar de que, el microblading es un tratamiento más económico, también es menos duradero, por lo que necesita retoques más a menudo.

Por último, hay que tener en cuenta que el microblading no funciona en los casos de vitíligo.