La micropigmentación, es una especialidad enmarcada en el campo de la estética. Cuyo fin es el de embellecer, corregir o mejorar determinados rasgos de la anatomía corporal. Tanto masculina como femenina.
El tratamiento consiste en la implantación de pigmentos a nivel epidérmico o superficial. Para dotar de color y forma a diversas partes del cuerpo. Siendo las más habituales en el caso de las mujeres: ojos, labios, cejas y pecho.
En los últimos años, cada vez se recurre más a la micropigmentación como tratamiento correctivo para disimular imperfecciones como cicatrices, o bien, para camuflar enfermedades que provocan la pérdida de pigmentación en la piel. Como puede suceder en el caso del vitíligo o despigmentación de la piel. Ésta forma de maquillaje ha sido también una gran ayuda para personas con enfermedades o tratamientos por los que se le cae el pelo. Se considera una técnica de maquillaje permanente.
La micropigmentación no es más que una forma de Tatuaje
La técnica es prácticamente la misma, con alguna variación. La duración de la micropigmentación puede variar, en función de la habilidad del artista para realizar una correcta implantación, de la calidad del pigmento y del propio sistema inmunológico de la persona.
El primer paso de un trabajo de micropigmentación consiste en la llamada prueba de la alergia, en donde se evalúa si el paciente será apto para que se le realice un tratamiento de micropigmentación.
Con objeto de adaptar el diseño al máximo posible a los rasgos corporales y fisionómicos del paciente, es fundamental realizar una prueba de visagismo o diseño previo. En esta etapa, el técnico realiza un esbozo sobre el resultado final del trabajo. Esto permite que el paciente tenga unas expectativas reales sobre los efectos de la micropigmentación en su caso particular. Lo ideal en la fase de diseño, es que exista el mayor “feedback” posible entre el profesional y el paciente. Con un diálogo fluido en el que se intercambien opiniones que permitan personalizar el tratamiento de micropigmentación al máximo.
Primero de traza el diseño
Una vez acordado el diseño con el paciente, se procede a la realización del tratamiento de micropigmentación. Durante el mismo, el paciente puede notar sensaciones incómodas, especialmente si el trabajo es realizado en zonas sensibles, como por ejemplo, los ojos.
Por último, después de haber transcurrido unas semanas tras el tratamiento, se debe emplazar al paciente a una sesión de revisión o reconocimiento. En donde se pueda evaluar si es necesario realizar un retoque sobre el trabajo inicial. Y en caso afirmativo, se realizará dicho retoque con el mayor nivel de detalle posible.