Al hablar de micropigmentación oncológica nos viene a la cabeza, la reconstrucción de la areola y la recreación del pezón.
Esta, es una técnica muy extendida en España, y Europa. Especialmente, en los últimos años.
De hecho, en España, existen muchos profesionales dedicados a esta técnica en concreto. Situándose en cabeza, frente a otros países de la Unión Europea.
Asimismo, en España la micropigmentación oncológica cuenta con una regulación, tanto a nivel de aprendizaje como en la aplicación de productos, pigmentos o máquinas.
La micropigmentación oncológica es una técnica que abarca, el tratamiento en sí, también incluye todos los servicios que se le pueden ofrecer al paciente, como asesoramiento y acompañamiento oncológico.
Una parte muy importante es la reconstrucción de la areola, el pezón y el camuflaje de las cicatrices, que pueden quedar en la zona después de la intervención.
Sin embargo, existen prácticas incorrectas, que cualquier profesional del sector debe evitar:
– En primer lugar, no debemos usar máquinas de tatuaje, ya sean de bobina o rotativas.
Pues son máquinas más agresivas e introducen el pigmento en las primeras capas de la dermis.
– En segundo lugar, se debe evitar el uso de tintas de tatuaje y/o sin la correspondiente autorización sanitaria.
Ya que, las personas que han superado un cáncer han sido sometidas a tratamientos de medicación fuerte, y el uso de tintas que pudieran contener metales pesados pueden poner en serio problema su salud.
– Tampoco deben usarse agujas agresivas, pues las mismas pueden romper el tejido o dejar secuelas no estéticas.
Por ello, y gracias a la regulación que existe en España, los pigmentos utilizados en la micropigmentación de areolas y pezones, deben contar con la autorización y clasificación 2b.
De esta forma, se garantiza que el paciente cuenta con todas las garantías sanitarias requeridas.