Las cicatrices son zonas de la piel diferentes, causadas por una herida. Donde la epidermis ha sido reemplazada por fibras de colágeno. Formando un mecanismo de defensa contra infecciones o pérdidas de fluidos.
Las cicatrices producen una apariencia antiestética, pues con el tiempo se desvanecen pero no desaparecen. Es por ello que, la micropigmentación es la opción ideal para eliminarlas.
Aunque son varios los factores que influyen a la hora de llevar a cabo la micropigmentación sobre cicatrices.
Por ejemplo, el tipo de cicatriz, la edad, profundidad y tamaño de la herida, la zona de la misma, etc.
En primer lugar, debemos identificar qué tipo de cicatriz es. Para ello las analizaremos previamente.
Por un lado, encontramos las cicatrices normales. Son las más desapercibidas, alcanzan el estado original de la piel hasta en un 70%.
A pesar de la buena regeneración, la piel pierde elasticidad y capacidad de producir pelo nuevo. Por otro lado, tenemos las cicatrices atróficas. Son las más comunes causadas por el acné. Por lo que deforman la piel, dejando un hundimiento y variando el color de la piel.
Así como, las cicatrices hipertróficas. Son abultadas, con mayor grosor y textura anormal. Se deben a una mala cicatrización, o por un exceso de colágeno. Es habitual que sean de color rojo, púrpura o rosa.
Y por último, las cicatrices queloides. Poseen una textura abultada y anormal, más aún que las hipertróficas. Su coloración es más intensa e incluso provoca incomodidad al contacto. Es común en personas de piel con mayor pigmentación.
Sabiendo esto, es hora de preguntarnos cuándo se puede aplicar la micropigmentación en las cicatrices.
No siempre se puede tapar las cicatrices, ya que la antigüedad de la misma debe ser superior a 6 meses, para que el color sea estable. No pueden existir hundimientos relevantes, ni una extensión demasiado grande, ni presentar dolor al tacto. Por ello, las cicatrices tipo queloides no podrán micropigmentarse.
No obstante, si cumple las condiciones, se pueden micropigmentar para que las mismas logren un tono muy similar a la piel que le rodea. De hecho, la diferencia entre el antes y después se aprecia en un corto tiempo. Sin embargo, no debemos olvidar que la textura de la cicatriz permanecerá allí.