EL GRUPO SANGUÍNEO Y LA MICROPIGMENTACIÓN

En micropigmentación hay muchos factores necesarios para un resultado profesional y favorecedor.

Entre dichos factores incluimos la zona elegida, la forma de dicha zona a tratar, el color, la fijación, etc.

Pero uno de los más importantes es la fijación, la misma es de vital importancia.

Ya que, sin una buena fijación la micropigmentación no logrará el resultado semipermanente por el que se caracteriza.

Respecto a la fijación, últimamente se ha planteado la posibilidad de que el grupo sanguíneo del cliente influya en el grado de fijación de los pigmentos en la piel.

¿Conoces tu grupo sanguíneo? Existen 4 tipos de grupos sanguíneos: A, AB, B y O. Siendo los grupos sanguíneos más comunes en España el A+ y el O-.

El origen de los grupos sanguíneos se remonta al año 1990, cuando Karl Landsteiner, comenzó a investigar la composición de la sangre y el plasma.

Landsteiner comenzó mezclando la sangre de diferentes personas, demostrando que algunas mezclas eran compatibles entre sí, mientras que, otras no lo eran.

De esta forma, determinó que, en la superficie de los hematíes, (las células de la sangre que se encargan de transportar el oxígeno a los órganos y los tejidos), existían dos tipos de proteínas marcadores, o antígenos que denominó A y B.

En la misma investigación, encontró también dos tipos de anticuerpos que denominó Anti-A y Anti-B.

Sin embargo, todo esto demuestra que, el grupo sanguíneo no afecta para nada al grado de fijación de la micropigmentación.

La explicación es muy sencilla, dado que los pigmentos que se utilizan en micropigmentación tienen una composición muy distinta a los antígenos que encontramos en cada grupo sanguíneo.

No ocurrirá lo mismo que ocurre cuando mezclamos grupos sanguíneos distintos. Por lo tanto, esto no afecta al tratamiento de micropigmentación que vayamos a realizar.